Publicado el

Alimentación Macrobiótica, visión completa

Dieta Macrobiótica

Alimentación macrobiótica es un término que se ha popularizado bastante sin embargo, su significado no está del todo claro…

¿Que significa Macrobiótico?

Macrobiótico está compuesto por los vocablos “macro” que significa grande y “bio” vida, es decir “gran vida” o podríamos traducirlo como el arte de vivir una vida plena o grandiosa.

Considerando esta definición podemos deducir que “Macorobiótico” no solo se trata de alimentación, sino de un conjunto de hábitos para alcanzar este estilo de vida.
La alimentación es esencial, porque nos da la base biológica, aporta la salud física para alcanzar la sensibilidad suficiente de percibir la realidad que nos rodea con mayor claridad.

Origen, filosofía y un poco de historia

La doctrina macrobiótica está basada en un conjunto de normas y consejos orientados a perseguir una vida saludable y duradera.

Sus bases tienen origen en la medicina china y la filosofía Zen budista que data del siglo VII y tiene como objetivo alcanzar el bienestar físico, mental y espiritual por medio de una alimentación regida por el equilibrio determinado por el Yin y el Yang, dos fuerzas opuestas pero complementarias e inseparables, un “principio único” o “principio universal” que permite captar de manera eficaz el funcionamiento del mundo o el “orden del Universo”.

El concepto de alimentación macrobiótica fue introducido en Europa en los años treinta y en América en la decada del 50 por George Ohsawa, un filósofo y pensador japonés que sanó de tuberculosis curado a través del método de alimentación natural del Dr. Sagen Ishizuka

Sagen Ishizuka, fue un médico del Ejército Imperial Japonés, pionero en definir conceptos de shokuiku y la dieta macrobiótica, el primero en crear un estilo de vida usando la comida como medicina.

Para Ishizuka todos los problemas de salud y sociales, tenían como origen una mala nutrición, particularmente un desequilibrio entre Sodio-Potasio.

Para él, todos los problemas podían ser corregidos adoptando una práctica alimenticia apropiada para la constitución biológica humana, en especial, con la utilización de cereales integrales y verduras como alimentos principales.

Filosofía ZEN macrobiótica

La macrobiótica nos invita a desarrollar nuestro potencial humano, a dejarnos guiar por la leyes de la naturaleza desde un punto de vista biológico.
A adoptar una actitud “justa” (es decir, en acuerdo con las “leyes de la naturaleza”).

Fundamentos de la dieta macrobiótica

Según Ohsawa el equilibrio del organismo humano guarda relación con la composición de la sangre.
 El principio de una buena alimentación sería entonces, combinar los alimentos de manera que respeten esta proporción.

Si se comen los alimentos en la proporción correcta, la salud estará bien y no habrá enfermedades por las cuales preocuparse.

En consecuencia, todo alimento que no cumpla esta relación, necesitará un esfuerzo digestivo extra para que el organismo pueda transformarlo, con lo cual se aleja del equilibrio que propone la alimentación macrobiótica.

La calidad de la alimentación determina la calidad de vida.

Una vez realizada esta toma de conciencia, se obtendría la libertad de actuar con verdadero conocimiento de causa en referencia a la alimentación.

Tal como lo definió el filósofo y médico griego Hipócrates “sea el alimento tu medicina y la medicina tu alimento” y siglos más tarde siglos más tarde el filósofo y antropólogo alemán Ludwig Feuerback con su enunciado “somos lo que comemos”
Tiene como objetivo el desarrollo del juicio o entendimiento humano. Se la puede considerar como una técnica de evolución o desarrollo personal, aunque carece de evidencia científica

¿Qué es la dieta macrobiótica?

La alimentación macrobiótica propone equilibrar la energía del cuerpo a través de los alimentos.
Está basada en consumir cereales y otros granos como alimento de base, en forma de grano entero o de harina.
Los alimentos deben provenir directamente de la naturaleza, y su cultivo debe estar exento del uso de pesticidas y de procesos de refinación.

Siguiendo la doctrina de Oshawa, el desarrollo global del hombre (tanto físico, como mental y espiritual) hay que hacerlo a solas de una manera natural, esto quiere decir que no es para todos igual, cada persona debe encontrar su propio equilibrio.

Según esto, la dieta macrobiótica se convierte en una forma de alimentar el organismo de la manera más justa posible, sin carencias ni excesos de acuerdo a la edad, el sexo, actividad, y condición de salud para cada momento.

Esta teoría establece una dependencia y relación absoluta entre el estado de ánimo y la alimentación, se debe comprender, practicar y verificar por sí mismo, ya que cada caso es particular y como todo va cambiando en el transcurso de la vida, habrá que ir adaptando también la alimentación.

La dieta macrobiótica está jerarquizada en 10 niveles, numerados del -3 al +7,(-3,-2,-1,+1,+2,+3,+4,+5,+6,+7). En los cinco primeros niveles se van eliminando alimentos de origen animal de forma progresiva hasta llegar a una alimentación vegetariana.
Las siguientes fases, del +3 al +7, son exclusivamente opciones veganas y se eliminan los alimentos procesados, hasta llegar a la dieta +7, en la que sólo se consumen granos de cereales triturados y se reduce la cantidad de agua ingerida.

La dieta macrobiótica más extendida se sitúa entre la -3 y +1, muy parecidas a la alimentación ovolactovegetariana o vegetariana estricta.

Composición de la dieta macrobiótica

La dieta macrobiótica divide los alimentos en dos clases, los alimentos yin (que tienen un papel pasivo) y los alimentos yang (que tienen un papel activo). Una correcta alimentación se basa en el equilibrio entre estos dos tipos de alimentos.

Yin o alimentos pasivos: alimentos cuyo consumo debe de ser escaso.
Yang o alimentos activos: alimentos con energía tonificante.

Los alimentos yin deben ser consumidos con moderación, se relacionan con lo oscuro, la humedad y el frío, como las frutas, las verduras de hoja, el pescado, el tofu, los jugos de frutas, colorantes, embutidos, dulces, café y leche entre otros.

Entre los alimentos que tienen un exceso de yin se encuentra el azúcar, los dulces, los pasteles, el alcohol, el café.

Los alimentos yang son los que proporcionan energía, se relacionan con lo luminoso, se consideran secos, duros y cálidos como los cereales integrales, las pastas, las harinas integrales, las legumbres, vegetales, arroz y trigos.

Entre los alimentos con exceso de yang podemos citar la carnes, huevos.

Los alimentos de origen natural, libres de tóxicos, abonos químicos y pesticidas serían los únicos permitidos en una dieta macrobiótica, es decir alimentos orgánicos o agroecológicos.

La dieta macrobiótica “standard o clásica”

Michio Kushi, un discípulo de George Ohsawa definió un “régimen estándar”, conocido también como “régimen clásico”, que consiste en comer según ciertas proporciones consideradas convenientes para la mayoría de las personas, actualmente Kushi continúa difundiendo esta doctrina.

No existen alimentos prohibidos, pero existe un criterio a partir del cual podemos escoger de una forma más saludable y consciente.

Las calorías deben dividirse cada día de la siguiente manera:

  • 50 a 60% Cereales integrales, como arroz integral, cebada, mijo, avena, maíz, trigo, centeno, trigo sarraceno, cuscus, avena, etc. Se debe dar preferencia a los cereales en grano entero.
  • Sopa 1 o 2 veces al día. En general de verduras, pero pueden también incluir cereales, legumbres y algas. Una sopa particularmente aconsejada es la Sopa de Miso (pasta de soja fermentada), debido a los efectos benéficos en la regeneración de la flora intestinal.
  • 25 a 35% Verduras cocinadas, o crudas en forma de ensalada como cebolla, zanahoria, calabaza, brócoli, col, perejil, nabo, coles de Bruselas, champiñones y setas y germinados.
  • 10 a 15% Legumbres y derivados que incluyen garbanzo, lentejas, frijoles o judías, tofu, tempeh, natto y seitan.

Además de los alimentos mencionados antes, la dieta macrobiótica Standard incluye en cantidades variables los siguientes alimentos:

  • Semillas y frutos secos: semillas de sésamo, de calabaza, de girasol; avellanas, almendras, nueces.
  • Frutas de estación locales: manzanas, peras, duraznos, uvas, melón, sandía.
  • Pescados blancos: merluza, lenguado, rodaballo, dorada.
  • Bebidas: tés tradicionales, cafés de cereales, zumos de verduras o frutas.
  • Aceites y condimentos: aceite de sésamo, de girasol, de maíz, condimentos como vinagre de arroz, vinagre de ciruela umeboshi, gengibre, algunas hierbas aromáticas.
  • Condimentos para uso de mesa: Chile, pimienta, pimentón, clavo, ajo, cebolla.

Esta proporción podemos verla en la ”pirámide de Kushi “

Pirámide de alimentación macrobiótica

Es una dieta prácticamente vegetariana que te permite consumir pescado ocasionalmente.

Reglas básicas de una alimentación macrobiótica

  • Comer sólo cuando se tiene hambre y nada más que la cantidad necesaria (ser consciente de que, fuera de eso, el resto son excesos).
  • Ingerir alimentos naturales, locales y de temporada
  • Evitar comer demasiadas cosas extremadamente Yin con el fin de evitar que nuestro cuerpo trabaje en exceso para compensar el Ph de la sangre.
  • Evitar la ingesta de aquellos alimentos que apenas aportan nutrientes, vitaminas y minerales.
  • Elegir alimentos lo menos manipulados posible (integrales, libre de pesticidas ni productos químicos en su composición).
  • Masticar con conciencia cada bocado

 

  • Con respecto a las proteínas animales, se permite comer pescado blanco dos veces a la semana, y solo están permitidas las carnes de pollo y pavo de manera excepcional, ante algún compromiso.
  • Huevos: solo los fertilizados y uno cada diez días.
  • Frutas: como ideal se debe tomar fruta cocida o seca, a veces frescas, siempre y cuando se goce de buena salud.
  • Bebidas o líquidos: siempre después de las comidas, pero nunca durante. Se debe beber de a sorbos. 
Las más adecuadas son el té de tres años ( té Bancha o té kukicha) y el café de cereales. Si se bebe agua, debe de estar preferiblemente tibia.

Alimentos a evitar en la alimentación macrobiótica

Alimentos que deben evitarse en una dieta macrobiótica

Uno de los peligros de esta dieta es la deshidratación, ya que beber sólo se podría hacer ante mucha sed, y no siempre.

La dieta macrobiótica en teoría no prohíbe ningún alimento pero sugiere que deben evitarse los siguientes:

– carnes rojas
– grasas animales
– huevos
– productos lácteos
– azúcares
– frutas y verduras de origen tropical
– jugos de fruta
– condimentos y las especias fuertes y picantes
– productos refinados
– alimentos cultivados con productos químicos
– los alimentos con conservantes y colorantes añadidos
– café o té negro
– vegetales que contienen alcaloides (por ejemplo, patatas, tomates, berenjenas)

Alimentos principales en una dieta macrobiótica

Los cereales

Cereales Integrales

Los cereales integrales son la semilla de la planta intacta, que con su potencial generador de vida, se establecen como un alimento principal y primordial en la cocina macrobiótica. Por su alto valor nutritivo y completo se consideran el elemento principal de la comida. Los cereales integrales nos aportan energía duradera y de muy buena calidad. A través de su capacidad saciante y nutritiva nos ofrecen un buen surtido de minerales, ácidos grasos, vitaminas y fitonutrientes. Tienen cualidades reguladoras de diferentes funciones fisiológicas, como el tránsito intestinal y la salud hormonal, entre otras.

El arroz integral: Regulador a nivel general y depurativo.
El mijo: Indicado para una buena digestión.
La quinoa: Muy proteica, ligera y refrescante.
El trigo sarraceno: Rico en antioxidantes.
La cebada: Depurativa del hígado (contiene gluten).
La avena: Reguladora del tránsito intestinal, del colesterol y de la glucemia.
El centeno: Gran depurativo, refuerza el sistema cardiovascular (contiene gluten).
El trigo/espelta/kamut : Altos en nutrientes (contiene gluten).

Las verduras

Verduras

En la cocina macrobiótica, las verduras se ordenan y clasifican según su naturaleza energética en tres grandes grupos:

– Las verduras de hoja o tallo: crecen en la superficie, hacia afuera y aportan frescura y colaboran en renovar la sangre y depurar los excesos. Se consideran que influyen parte alta del cuerpo: los pulmones, corazón y garganta. Apio, acelgas, berro, escarola, espinacas, lechugas de estación, perejil, etc.

– Las verduras de raíz: crecen bajo tierra, hacia adentro y refuerzan la zona baja del cuerpo. Ayudan a estabilizarnos, aumentan la absorción de nutrientes por parte del intestino y nos aportan fortaleza. Zanahoria, chirivía, yacon, rábano, remolacha, jengibre, papa o patata, camote o boniato.

– Las verduras redondas que crecen encima de la tierra.: son las verduras dulces y redondas. Influencian en la zona del central del cuerpo como el sistema digestivo. Tienen una cualidad que aporta centro y calma. Calabaza, cebolla, col, coliflor y brócoli.

Como regla general, se recomienda incluir en cada comida alguna verdura representante de cada grupo.

Ventajas y beneficios de una dieta macrobiótica

Lo positivo de esta dieta es que introduce el concepto de alimentación saludable, aunque es algo restrictiva. Las ventajas que ofrece son:

1.- Elimina la comida chatarra o basura, los refrescos y los alimentos procesados.
2.- Es baja cantidad de grasa.
3.- Tiene alto contenido en fibra.

Entre los beneficios podemos hacer mención de los siguientes:

  • Energía: Este tipo de dieta ayuda a proporcionar mayor energía, fuerza y vitalidad al organismo.
  • Regularidad: El consumo de comida macrobiótica te ayudará a ir al baño con regularidad cada día, evitando acumular toxinas en el organismo debido a digestiones lentas.
  • Menor acidez: Esta dieta te ayudará a mantener el pH adecuado de la sangre evitando inflamación y una mala absorción de los nutrientes.
  • Pérdida de peso: Contribuye a la pérdida efectiva de peso, logrando que el cuerpo encuentre su peso ideal de manera automática.
  • Calma: La ingesta de los alimentos que se encuentran dentro del grupo macrobiótico ayudan a combatir el estrés del día a día.
  • Estabilidad anímica: La alimentación macrobiótica mantiene estables los niveles de azúcar en sangre, ayudando a mantener un estado de ánimo estable.
  • Claridad mental: El cerebro funcionará mejor o peor dependiendo de la calidad de los alimentos que se ingieran, por lo que se puede afirmar que los alimentos naturales favorecen el buen funcionamiento del cerebro, y del organismo en general.

Desventajas y peligros de una dieta macrobiótica

Un punto que hay que considerar antes de mencionar desventajas o peligros de la alimentación macrobiótica es que la mayoría de las personas comen de manera impulsiva, motivada por el placer y los antojos, sin saber muy bien qué aportan los alimentos. Lo hacen de una forma intuitiva y en la mayoría de los casos no es una alimentación consciente. Considerando todo esto, aparecen las siguientes desventajas.

Es una dieta restrictiva con déficit de micronutrientes como, hierro, calcio, vitaminas A, D, C y B12 además de en proteínas.

En caso de no considerar esto, puede tener consecuencias graves para la salud como padecer :
Anemia: Carencia de hierro.
Escorbuto: Debida a la falta de vitamina C.
Hipoproteinemia: Déficit de proteínas.
Hipocalcemia: Déficit de calcio, favorece la aparición de osteoporosis a largo plazo.
Deshidratación: La restricción de agua puede ocasionar complicaciones en el funcionamiento del riñon.

No es una dieta recomendable, ni apta para todos. El objetivo además no es bajar de peso sino llevar un cambio de alimentación hacia una vida saludable. Pero las restricciones hasta del agua hacen que sea una dieta no recomendada para nuestra salud.

1.- Tiene deficiencias nutricionales, cada vez que se eliminan alimentos también quitamos vitaminas y minerales, así como proteínas.
2.- Es alta en fitatos, pudiendo provocar problemas en la absorción de minerales y vitmainas
3.- No todos puede hacer esta dieta como adolescentes, mujeres embarazadas y madres lactantes.

No es una dieta equilibrada afirma The Council of Foods and Nutrition de la American Medical Association, seguir esta dieta estrictamente puede provocar los daños a la salud que mencionamos en este apartado.

Conclusión y consideraciones

El aspecto positivo de este tipo de alimentación es que propone un concepto de alimentación saludable, que sin duda es el camino hacia un buen estado de salud física y mental, pero dependiendo del grado que se elija, puede caer en un déficit de proteínas, vitaminas y minerales.

A pesar que el propósito de la alimentación macrobiótica está orientada a alcanzar el equilibrio y conseguir una “Gran Vida”, no todo son ventajas… hay algunos puntos a considerar que no son tan benéficos.

Restringir el consumo de agua no es ningún hábito saludable, por el contrario el agua en la nutrición cumple un papel fundamental.
Las frutas son alimentos vivos, cargados de energía y comer 5 o más porciones de fruta cada día, constituye un hábito de alimentación saludable.
Consumir las verduras y hortalizas cocidas, no es la mejor práctica para conservar los nutrientes de los alimentos. Los aminoácidos que forman las proteínas son sensibles al calor.
Acercarse al grado de máxima restricción (+7), debería ser lo mas óptimo para alcanzar una “vida plena”, sin embargo, no es una buena práctica,

Para evitar las posibles deficiencias de vitaminas y minerales, es necesario suplementar esta dieta con sustitutos o alimentos enriquecidos.

No debe adoptarse como una simple dieta para bajar de peso, que de hecho no lo es, cualquier alimentación saludable hará perder el peso extra hasta alcanzar el adecuado o peso ideal.

Para concluir, digamos que tiene sus puntos fuertes y otros no tan buenos.

Recuerda que llevar una alimentación saludable se convertirá en un perfecto aliado para gozar de buena salud.

Maia Natural style